PARABOLA DEL REY
Hace un tiempo escuche una parábola que reza así... "Había una vez, un rey en un reino feliz, el que celebraba su cumpleaños. Dentro de todos los presentes entregados por los invitados, el que mas resalto, fue un par de palomas paradas sobre un árbol, el que estaba plantado en el patio del castillo. El rey quedo gratamente feliz con el par de palomas y agradeció el presente, esperando que ambas palomas alegraran el patio del castillo con sus vuelos. A la mañana siguiente, el Rey salio a ver el vuelo del par de palomas, pero se entristeció pues ninguna de ellas todavía alzaba el vuelo. Al otro día, el rey volvió a asomarse al patio y pudo observar que solo una de ella se atrevía a volar. Luego de algunos días, el rey se sentía preocupado pues había una paloma que no elevaba su vuelo y se quedaba anclada en las ramas del árbol. El rey trato de resolver el problema y para esto llamo a los ciudadanos del reino a buscar una solución. A cambio prometió una suculenta bolsa de dinero, al primero que ofreciera una idea que permitiera hacer volar a la paloma. A la mañana siguiente, el rey se asomo por enésima vez al patio y por fin pudo ver volar a ambas palomas. Complacido, mando a llamar al ciudadano que había resuelto su problema y encontró que era un solitario y pobre campesino. El rey, incrédulo, le pregunto que como lo había logrado y el campesino, sabiamente, le menciono que lo único que hizo fue tomar un serrucho y cortar la rama, porque una vez que la cortara y la rama cayera al suelo, la paloma se iba a dar cuenta que tenia alas y que debía de volar para poder sobrevivir".
Esto es lo que nos falta a los chilenos, saber que tenemos alas. Muchas veces tenemos ideas y sueños, pero nos da miedo atrevernos a volar. ¿A que le tememos?, ¿A que nos aferramos?, ¿Qué nos hace falta para darnos cuenta que tenemos alas?. Estas preguntas me las hice hace algunos años atrás y me di cuenta que mi temor, era más bien externo y no interno. Que para cumplir mis sueños debía de atreverme a volar y no quedarme aferrado al pánico social, típico de los chilenos. Me doy cuenta que muchos tratan de hacer feliz a los demás, Y NUNCA SE HAN HECHO FELIZ ELLOS MISMOS.
Así que si tienes sueños, pregúntate ¿Tienes alas para volar? ¿Qué te lo impide, a que miedo te aferras? ¿Tú conduces tu vida o te la conducen otros?. Cuando te contestes estas preguntas, veras que todos tus sueños se harán realidad
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